Por una educación pública y gratuita
¡Viva la lucha de los estudiantes y trabajadores chilenos!
Por Antonio Méndez, maestro en servicio

Hoy, sin embargo, con el antecedente de la revolución de los pingüinos (secundarios) en 2006 y con luchas de masas propagándose por diversos países ante los efectos de la crisis económica internacional, el movimiento estudiantil-docente está cuestionando profundamente el modelo educativo chileno, levantando la demanda de educación gratuita en todos los niveles y planteando para su financiamiento la nacionalización del cobre e impuestos a las grandes empresas.
El gobierno derechista, por su parte, encontrándose en una situación de debilidad en donde la aprobación popular a Piñera ha descendido hasta un muy bajo 26%, ha respondido a las marchas y tomas con represión, desalojos y prohibición de las manifestaciones, al tiempo que ofrece migajas y llama al diálogo y la negociación. Ante ello el movimiento, sabiéndose fuerte y contando con una amplia simpatía entre la población expresada en los cacerolazos, ha contestado desafiando las prohibiciones, retomando colegios y realizando nuevas manifestaciones, además de que ha rechazado las propuestas gubernamentales por considerarlas insuficientes.
La irrupción de los estudiantes y los trabajadores de la educación en Chile se produce además en un contexto en donde sectores del movimiento obrero como los mineros del cobre, portuarios y trabajadores del transporte público han salido a luchar levantando sus propias demandas, realizando huelgas, movilizaciones y tendiendo a la convergencia con el sector educativo.
Las condiciones para pasar a la ofensiva y llevar las luchas al triunfo están dadas, haciéndose indispensable la unidad entre trabajadores y estudiantes en la perspectiva de una huelga general indefinida para torcerle el brazo al gobierno e imponer las demandas. Esto pasa, sin embargo, por profundizar la autoorganización democrática, levando asambleas de base que mediante la elección de delegados revocables apunten a la unidad efectiva y cuestionen a las direcciones oficiales de los movimientos, que buscan negociar con el gobierno para obtener concesiones mínimas o que están llamando a la realización de un plebiscito para resolver el tema educativo, una vía rápida a la desmovilización.
Desde el boletín Nuestra Clase, enviamos un caluroso saludo a los estudiantes y docentes chilenos y sentimos su lucha como propia. Llamamos a los estudiantes, trabajadoras y trabajadores de la educación en México, a solidarizarnos con nuestros hermanos del Cono Sur.
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