BOLETÍN No. 2/ EDUCACIÓN Y RELIGIÓN
Por Leonor Warlock y Tonatzin, maestras en servicio
La educación se expresa como la forma de transmitir conocimientos, formas de actuar, pensar, andar, socializar y vincularse con el mundo social. Y, en ese sentido, también como una forma de reproducir las ideas de la clase dominante. Ésta y otros aspectos de la organización de la sociedad al paso de la edad media recaían en la Iglesia, siendo ésta la encargada de instruir a las nuevas generaciones que en sí eran clase privilegiada, quedando excluidos los hijos de campesinos, sirvientes y esclavos; el espacio escolar se encontraba en los monasterios, donde se les formaba para seguir las tradiciones.Los principios básicos de la educación dirigida desde la Iglesia –vinculada directamente con las autoridades civiles- eran la sumisión, el control, la disciplina, el alineamiento y el castigo, y no se aceptaban los avances de la ciencia, pues cuestionaban las enseñanzas religiosas y con ello las bases ideológicas del poder monárquico.
En México, la participación de la religión católica en el manejo de la ideología y de la moral se venía dando desde la conquista por medio de la evangelización y la enseñanza de la doctrina religiosa, implantando valores acordes a la moral cristiana. En la época de la reforma, la separación de la Iglesia y el Estado se hizo efectiva mediante la lucha de la corriente liberal, quedando plasmada en la constitución de 1857; posteriormente, esta medida democrática sería preservada por la constitución de 1917 y el Estado posrevolucionario. Durante la conformación del sistema educativo como un sistema ya laico, la Iglesia no permaneció inerte, en todo momento mostró su carácter reaccionario a las disposiciones de laicidad; no hay que olvidar que esto costó la vida de miles de maestros, que al acudir a las distintas poblaciones a cumplir su labor de alfabetizar a la población, ésta respondía al mandato de autoridades eclesiásticas como sacerdotes o de las autoridades manipuladas y fanatizadas por el clero.
Hoy, con la reforma al artículo 24 impulsada por el PRI y el PAN -y bajo la presión de la reciente visita de Benedicto XVI- que establece la “libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión”, se da paso a que nuevamente las instituciones religiosas incidan en los asuntos del Estado, incluida la educación, violando con ello la laicidad, permitiendo que en las instituciones de educación pública se impartan contenidos desde la visión retrógrada, conservadora y dogmática (no científica) de la religión. La embestida contra la laicidad de la educación pública es producto del afianzamiento, durante los gobiernos panistas, de una alianza reaccionaria entre la Iglesia y el Estado, que se expresa también en la ofensiva que se ha lanzado contra los derechos reproductivos de las mujeres, criminalizándolas por decidir sobre su cuerpo, y en la campaña de odio y negación de derechos democráticos a la comunidad sexodiversa. Desde el boletín Nuestra Clase, denunciamos el desmantelamiento progresivo del Estado laico y nos pronunciamos en contra de este ataque a los derechos democráticos del pueblo mexicano.
¡Abajo las reformas reaccionarias de la Iglesia, el PRI y el PAN! ¡Fuera manos de la Iglesia de la educación! ¡Por una educación pública, laica, científica y gratuita!
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