25 abril, 2013

Editorial, Nuestra Clase No. 6



La lucha del magisterio guerrerence en el escenario nacional



Luego de la represión del 1º de diciembre, que hasta ahora sigue impune, con el reflujo del movimiento #YoSoy132 y el acuerdo reaccionario entre los partidos patronales para aprobar las reformas neoliberales (el “Pacto por México” del PAN-PRI-PRD), en los últimos meses se fortaleció el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien había asumido muy cuestionado por su autoritarismo y la compra de votos en las pasadas elecciones presidenciales, en un contexto nacional de mucho descontento social por la miseria y la violencia imperantes.

El gobierno se dio a la tarea de buscar recomponer su imagen, pretendiendo pasar por “justiciero” y “democrático” con la promulgación de la Ley General de Víctimas y medidas populistas como la Cruzada Nacional contra el Hambre, mientras profundiza su carácter autoritario con la militarización del centro del país, la policía de mando único y la próxima conformación de la Gendarmería Nacional, acompañando estas acciones con una nueva política hacia los medios masivos de comunicación para minimizar la creciente cifra de feminicidios y víctimas de la “guerra contra el narco”.

A poco de que Joaquín Gamboa, al frente de la CTM, ratificó la subordinación de esta central sindical al PRI y a Peña Nieto, éste último decidió ganar legitimidad con la detención de la “presidenta vitalicia” del SNTE, Elba Esther Gordillo, lo que le permitió debilitar y someter aún más a la cúpula charra del sindicato magisterial.

Mientras tanto, la dirigencia de los sindicatos “opositores” nucleados en la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) -telefonistas, tranviarios, universitarios y otros-, respondió pasivamente ante el brutal ataque anti-obrero que representa la reforma laboral, limitándose a promover amparos y negándose a movilizar contundentemente a sus agremiados. Ahora la UNT reclama ser tomada en cuenta en las negociaciones del “Pacto por México”. Por su parte, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) sufrió un nuevo revés con la resolución de la Suprema Corte de Justicia que revocó un amparo favorable a los trabajadores, evidenciando una vez más la impotencia a la que los ha llevado la estrategia legalista de sus dirigentes.

La entrega de los charros cetmistas, pero también la confianza en las instituciones por parte de los sindicatos “opositores”, ha allanado el camino para que avancen los planes del gobierno, como la reforma educativa, a la que se oponen miles de maestros en varios estados del país por considerar que atenta contra sus derechos laborales y la educación pública.

Crece la resistencia magisterial

El 25 de febrero, al mismo tiempo que era promulgada la reforma educativa, inició el paro indefinido de los maestros de Guerrero, organizados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG). Esta lucha ha logrado articular a diversos sectores campesinos, estudiantiles, de trabajadores y a las policías comunitarias de la CRAC, con quienes se conformó el Movimiento Popular de Guerrero (MPG).

Por su parte, en entidades como Oaxaca, Michoacán, Chiapas y el D.F., donde tiene peso la disidencia a la dirigencia corrupta y traidora del SNTE, los maestros vienen realizando movilizaciones y discuten impulsar un paro nacional.
Desde finales del año pasado, prácticamente el único sector de trabajadores que ha resistido activamente a las reformas laboral y educativa es el magisterio organizado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a la cual adhiere la CETEG como sector de avanzada.

Poniéndose al frente del descontento nacional, la lucha del magisterio guerrerense adquiere gran relevancia porque muestra que sí es posible organizarse y enfrentar unidos en las calles los ataques del gobierno, forjando la alianza obrera, campesina y popular, y recurriendo a los métodos de los trabajadores como el paro y la movilización.

Desde su posición de vanguardia en el movimiento magisterial, la CETEG debe convocar con el conjunto de la CNTE a un Encuentro Nacional en donde se discuta un pliego de demandas y un plan de acción unificado de todo el magisterio, llamando a integrarse a esta lucha a los maestros de base del SNTE, en la perspectiva de sumar fuerzas para echar abajo la reforma educativa en todo el país y lograr imponer un proyecto alternativo de educación, que verdaderamente ponga ésta al servicio de los trabajadores y del pueblo.

Es necesario impulsar la más amplia solidaridad de los estudiantes, las organizaciones que se reclaman democráticas y los trabajadores, en primer lugar de aquellos agrupados en el sindicalismo opositor como la UNT y el SME. Desde el Boletín Nuestra Clase saludamos la lucha de los maestros de Guerrero y llamamos a poner en pie comités de solidaridad en escuelas y centros de trabajo que se expresen de manera activa.

La UNT debe abandonar su política de “democratizar” el “Pacto por México” y unirse a la lucha del magisterio, pues de triunfar éste dejaría al conjunto de los trabajadores en mejores condiciones, no sólo para echar abajo las reformas ya aprobadas, sino para enfrentar las que se tienen agendadas en el Congreso de Unión, como la energética y el IVA en medicinas y alimentos.

Frente a la magnitud de la ofensiva gubernamental,  es necesaria la más amplia unidad de las filas obreras, con plena independencia política de los partidos del Congreso y sin ninguna confianza en las instituciones del régimen. ¡Todos a marchar este 1° de mayo en solidaridad con el magisterio guerrerense! ¡Abajo la reforma educativa! ¡Abajo la reforma laboral!

06 abril, 2013

DECLARACIÓN DE EMERGENCIA FRENTE A LA REPRESIÓN EN GUERRERO


¡ALTO A LA REPRESIÓN CONTRA EL MAGISTERIO EN LUCHA!
Declaración del Boletín Nuestra Clase frente a la represión a los maestros en Guerrero


 

Desde el pasado 25 de febrero, los maestros de la CNTE agrupados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) comenzaron un paro de labores en aquella entidad en protesta contra la Reforma Educativa, propuesta por Peña Nieto -en atención a las “recomendaciones” de la OCDE y bajo la presión de la organización empresarial “Mexicanos Primero”- y aprobada por los partidos del “Pacto por México” (PAN, PRI, PRD) en el Congreso de la Unión. A partir de entonces, a pesar de la campaña mediática desplegada en su contra y de las amenazas de represión por parte del gobierno estatal encabezado por el perredista Ángel Aguirre Rivero, los maestros han realizado acciones como marchas, plantones, bloqueos carreteros y la toma de las instalaciones del Congreso local y el Palacio de Gobierno.
Luego de un mes de lucha, la CETEG llegó a un acuerdo con el gobierno estatal para poner fin a las movilizaciones y eventualmente levantar el paro, a cambio del pago de los salarios retenidos a los maestros, de la cancelación de las órdenes de aprehensión contra sus dirigentes y de una iniciativa de reforma a la Ley Estatal de Educación que contempla el respeto a la gratuidad de la educación y a los derechos laborales del magisterio, así como una “evaluación democrática”. Sin embargo, en línea con las recientes declaraciones de EPN en el sentido de que no se daría marcha atrás a la Reforma Educativa, las autoridades de Guerrero desconocieron los acuerdos con el magisterio, dando lugar a la reactivación de las movilizaciones.
El viernes 5 de abril, miles de maestros de la CETEG junto a trabajadores del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero y a los normalistas organizados en el Frente Único de Normales Públicas, bloquearon la Autopista del Sol en demanda de una respuesta favorable a su pliego petitorio. La respuesta de las autoridades fue el envío de cerca de 1500 policías federales para desalojarlos, dejando un saldo de 3 heridos y 5 maestros detenidos. Ante la represión, el magisterio oaxaqueño no tardó en responder con un bloqueo carretero, exigiendo la libertad de los detenidos y la cancelación de las órdenes de aprehensión.
Desde el boletín Nuestra Clase repudiamos la represión del "nuevo PRI" y el gobierno perredista de Guerrero contra el magisterio, represión alentada por las cámaras empresariales y los medios de comunicación. Exigimos la libertad inmediata e incondicional de los detenidos así como el retiro de las órdenes de aprehensión a los maestros. Llamamos a la solidaridad efectiva con la CNTE por parte de las organizaciones que se reclaman democráticas y a la coordinación magisterio-estudiantil para potenciar el movimiento, así como a la ruptura de los acuerdos políticos de las organizaciones de izquierda con los gobiernos de Guerrero y Oaxaca ¡Ninguna confianza en los gobiernos perredistas de Ángel Aguirre Rivero y Gabino Cué!
Para torcerle el brazo al gobierno y echar abajo la Reforma Educativa, es necesario que la CNTE convoque al conjunto del magisterio a coordinar acciones hasta llegar al ¡Paro Nacional!
¡Abajo la Reforma Educativa! ¡Abajo el frente reaccionario del “Pacto por México” integrado por el PRI, el PAN, el PRD y los patrones contra la educación pública y los trabajadores del país!
Boletín Nuestra Clase de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación
06/04/13

15 marzo, 2013

Editorial del Boletín Nuestra Clase No. 5


Tanto en los países centrales como en la periferia capitalista, los trabajadores y el pueblo pobre somos obligados a pagar los costos de la crisis económica mundial, una crisis de dimensiones históricas que nosotros no provocamos y que cursa ya su quinto año.
En nuestro país, en los últimos meses se ha profundizado la ofensiva antiobrera y antipopular con el avance de las reformas estructurales: primero con la reaccionaria Reforma Laboral con que terminó el sexenio de Calderón y luego, con el regreso del PRI al poder y el cierre de filas en el régimen expresado en el “Pacto por México”, con la aprobación por el Congreso y posterior promulgación de la Reforma Educativa.

El 8/Marzo marchamos contra el feminidicio, la trata, el trabaj precario y por igual trabajo, igual salario

Boletín Nuestra Clase No. 5
Este 8 de marzo las compañeras de Nuestra Clase, trabajadoras de la educación, marchamos con las compañeras de la agrupación de mujeres Pan y Rosas en la manifestación que salió del Ángel de la Independencia a la Secretaría de Gobernación, encabezada por las madres de desaparecidas y asesinadas de Ciudad Juárez Chihuaha. La marcha, que contó con la participación de más de 1000 personas, realizó un mitin en la representación del estado de Chihuaha para denunciar la omisión y complicidad de las autoridades del Estado en el caso de la desaparición y asesinato de cientos de mujeres en la entidad, que se han exacerbado con la militarización del país.

Breve recorrido por la primavera magisterial de 1989

Por Jimena Vergara, profesora
Corría el año de 1989 y Carlos Jonguitud Barrios – dirigente de la corriente magisterial priísta del SNTE denominada Vanguardia Revolucionaria - había establecido un férreo control del sindicato durante 17 años, basado en la persecución de la disidencia. Cientos de maestros democráticos habían sido reprimidos, golpeados o asesinados, y la organización magisterial se había convertido en uno de los principales pilares del régimen del PRI.

Si no hay solución, tomaremos la sección

El 30 de enero, la CNTE convocó al paro nacional para exigir la rezonificación salarial del Distrito Federal como “zona cara”. Los maestros de primaria se pusieron a la cabeza de la lucha y pelearon para que de las asambleas delegacionales se nombraran a los representantes electos democráticamente para los Congresos en las secciones 9, 10 y 11. Las anomalías registradas en el proceso y el peligro de un charrazo, hicieron que los maestros comenzaran a preparar medidas de lucha y convocaron al paro para el ocho de febrero, día en que se efectuaría el Congreso de la Sección 9 del SNTE.

27 febrero, 2013

La detención de la burócrata Elba Esther Gordillo y el ataque al sindicato magisterial

Declaración de NUESTRA CLASE
¡Abajo la reforma educativa neoliberal de Peña Nieto y el Congreso de la Unión!

La tarde del pasado 26 de febrero, el Procurador General de la República y ex-gobernador del Estado de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, anunció por cadena nacional en conferencia de prensa la investigación abierta -a partir de una denuncia de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda- en contra de Elba Esther Gordillo, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), así como su posterior detención en el aeropuerto de Toluca, acusada de estar involucrada en operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero), por el desvío de miles de millones de pesos provenientes de las cuotas sindicales de los trabajadores de la educación.
La detención de Gordillo se produjo apenas un día después de que fue finalmente promulgada la “reforma educativa” propuesta por Peña Nieto y aprobada por todos los partidos en el Congreso de la Unión que, entre otras medidas, eleva a rango constitucional la evaluación obligatoria de los maestros como “principio” para su ingreso, promoción y permanencia en el servicio, lo que supuestamente garantizará la calidad de la educación. A diferencia de acuerdos anteriores, esta vez el gobierno no contó con el aval de la dirigencia nacional del sindicato -encabezada hasta ahora por Elba Esther Gordillo-, que tardía y tibiamente llamó hace apenas algunas semanas a oponerse a la reforma por la vía legal, ya que afecta sus propios intereses y su poderío sindical.
Aunque los medios de comunicación han querido mostrarla como una cruzada para mejorar la “calidad” de la educación y recuperar “la rectoría del Estado” en la materia, la reforma de Peña Nieto y el Congreso sigue al pie de la letra las “recomendaciones” neoliberales de organismos internacionales como la OCDE y asociaciones empresariales interesadas en el negocio educativo, como Mexicanos Primero (vinculada a Televisa). Lejos de servir para mejorar la educación pública, la reforma significa un paso más hacia su privatización y un ataque en regla contra las conquistas laborales del magisterio, como la estabilidad en el empleo, el derecho de huelga y a la contratación colectiva.
Para imponer su plan, el gobierno requiere amedrentar, disciplinar y quebrar la resistencia de los trabajadores de la educación. El golpe contra Gordillo -tal como ocurrió con la caída de su padrino político y antecesor Carlos Jongitud a fines de los 80’-, con el que Peña Nieto busca ganar legitimidad, no tiene nada que ver con democratizar al SNTE o abatir en él la corrupción. Detrás está el interés de someter y debilitar al sindicato, aprovechándose del desprestigio y el repudio que suscita en amplios sectores sociales la burocracia corrupta y gansteril que está al frente del mismo, hasta hace poco aliada de los gobiernos en turno tanto del PAN como del PRI.
Para nadie era un secreto que Gordillo se enriqueció ilegalmente -desde que fuera impuesta por Salinas de Gortari al frente del sindicato- al amparo del Estado y a costa de los trabajadores de la educación afiliados al SNTE, no sólo beneficiándose de las cuotas sindicales, sino gracias a entregar los derechos y conquistas laborales a cambio de canonjías y cotos de poder, para lo cual ordenó asesinar, reprimir y hostigar al activismo disidente.

No hay que olvidar que la reforma educativa de Peña es continuidad de las medidas reaccionarias (como la “evaluación universal” y las modificaciones a los lineamientos de la Carrera Magisterial), que comenzaron a imponerse con la llamada “Alianza por la Calidad de la Educación” (ACE), pactada desde el 2008 entre Elba Esther Gordillo y Calderón.
Hace décadas que los sectores democráticos y combativos del magisterio, muchos de los cuales se identifican con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), nos oponemos al charrismo sindical y resistimos a los planes neoliberales que han querido imponer los sucesivos gobiernos priistas y panistas. En las últimas semanas, con sano instinto de clase, decenas de miles de maestros en distintas entidades del país (aun en algunas donde tradicionalmente no se movilizan) salimos a las calles para manifestarnos contra la “reforma educativa” y en defensa de nuestros derechos laborales, a pesar de la política pasiva e impotente de la dirección nacional del sindicato, que se limitó centralmente a tramitar amparos.
Hay que impedir que el gobierno utilice el golpe contra Gordillo para debilitar la organización de los trabajadores de la educación e imponer sus planes. Hay que aprender de las lecciones del pasado: nada bueno se puede esperar de la intromisión del gobierno en las organizaciones sindicales ni de un nuevo cacique que pretenda imponer al magisterio. Son los propios trabajadores los que deben saldar cuentas con sus dirigentes traidores.
Es necesario impulsar asambleas en las escuelas y centros de trabajo, así como la más amplia unidad en las calles para echar abajo la reforma educativa. Al mismo tiempo, es el momento de llevar hasta sus últimas consecuencias la lucha por la democratización del sindicato, lo que pasa por romper su subordinación y dependencia del Estado y los partidos del régimen.
La CNTE y los sectores democráticos del magisterio – haciendo un llamado unitario a las bases de todo el SNTE-, deberían convocar a un Congreso Nacional Extraordinario de delegados de base, electos en todas las delegaciones y secciones del país, para acordar un plan de acción emergente a nivel nacional y decidir los pasos a seguir para elegir democráticamente, de abajo hacia arriba, a un nuevo Comité Ejecutivo Nacional, secretarías seccionales y delegacionales, para así recuperar definitivamente nuestra organización sindical como instrumento de lucha y defensa de nuestros derechos. La primera tarea de esta nueva dirigencia sería encabezar la lucha contra la reforma educativa, en defensa de la educación pública, laica y gratuita y por los derechos laborales del magisterio.
¡Abajo la reforma educativa neoliberal de Peña Nieto y los partidos del “Pacto por México”!
¡Fuera manos del Estado del SNTE! ¡Fuera charros! ¡Por la elección democrática de nuestros dirigentes sindicales!

Trabajadores de la Educación del Boletín “Nuestra Clase”

27/02/2013

08 febrero, 2013

Invitación al foro de "Nuestra Clase" en la Sección 9


La lucha contra la Reforma Educativa


   Número 4
    Febrero 2013

De la ACE a la Reforma Educativa
Por Antonio Méndez

Desde el 2008, con la Alianza por la Calidad Educativa (ACE) el calderonismo- con el aval de Elba Esther Gordillo- pegó un salto en el ataque contra la educación pública y las condiciones laborales de los trabajadores de la educación básica. Posteriormente, la primera reglamentación de las medidas contenidas en la ACE vendría de la mano del PAN el PRI y el PRD, con las reformas del 2010 a la Ley General de Educación. Hoy, como parte de las reformas estructurales incluidas en el Pacto por México, la Reforma Educativa (que modifica los artículos 3º y 73º de la Carta Magna) aprobada por el Congreso el pasado 21 de diciembre sin ninguna consulta a los maestros, viene a coronar este proceso, elevando dichas medidas -junto a otras como la autonomía para el Instituto Nacional de Evaluación Educativa- a rango constitucional. Este curso reaccionario se ha desarrollado bajo la presión de organizaciones empresariales como Mexicanos Primero y en consonancia con los dictados del Banco Mundial y la OCDE, pero también, ilustrativamente, de forma paralela a las modificaciones del sistema educativo en Estados Unidos, en donde los llamados “reformadores de la educación” (encabezados por Bill Gates), enarbolando una ideología que culpa de los males educativos a los maestros y sus sindicatos, han desplegado toda una campaña e invertido millonarios recursos para establecer mecanismos regulatorios basados en criterios de eficiencia empresarial, cuyo eje es la evaluación a los docentes!

En sus disposiciones más lesivas, la ofensiva a partir del 2008 ha evolucionado a grandes rasgos de la siguiente manera:

- Tras la firma de la ACE comenzaron a implementarse medidas como el concurso nacional de asignación de plazas que, actualmente articulado con la evaluación universal, fue el preámbulo del servicio profesional docente, que condiciona el ingreso, la permanencia y la promoción de los maestros dentro del sistema de educación pública, al resultado de pruebas estandarizadas, con lo que se consolida la negación del derecho de los normalistas egresados a una plaza automática basificable, se anulan los derechos escalafonarios de los profesores en activo y se atenta contra su estabilidad laboral.

- Los consejos de participación social, que en su momento abrieron las puertas para incidir en las decisiones respecto a la educación pública “a todos los sectores interesados” (incluida la iniciativa privada a través de organizaciones como Mexicanos Primero), con la reforma avanzaron hacia el fortalecimiento de la autonomía de gestión escolar, es decir, el abandono presupuestario de las escuelas por parte del Estado y su sustitución por la legalización de las ya acostumbradas cuotas, además de la posibilidad de fuentes alternativas de financiamiento, profundizándose así el proceso de privatización. 

- Las escuelas de tiempo completo, que han implicado ya el cierre de turnos vespertinos, generando toda una serie de afectaciones laborales y pedagógicas (desplazamiento de maestros y su reubicación como excedentes, compactación y saturación de grupos en el turno matitino), ahora se multiplicarán por mandato constitucional.

Por la precarización de las condiciones laborales que representa para los trabajadores de la educación, podemos caracterizar a la ACE como la avanzada de la Reforma Laboral en el magisterio y, como dice la CNTE, la Reforma Educativa es la “constitucionalización” de la ACE.
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La educación, una disputa entre clases
Por Antonio Méndez

La idea central que preparó el camino y acompañó la Reforma Educativa, el sentido de la evaluación tal como ha quedado en la misma, es que son los maestros y su organización sindical los responsables del “desastre educativo nacional”. No es casual que en la reforma se ponga el acento sobre la evaluación antes que sobre la formación y la actualización del magisterio.

Si bien la evaluación del sistema educativo nacional nos puede proporcionar una visión sobre su estado general y las fortalezas y debilidades en áreas particulares, ya organizaciones como Mexicanos Primero se han dado a esta tarea; incluso el propio Estado Mexicano ha destinado grandes recursos para contratar los servicios evaluatorios de la OCDE. Entre las principales conclusiones que se desprenden de estos estudios tenemos que la formación de los maestros es insuficiente, lo que lleva a suponer entonces que el problema a atender es la formación, pero, por el contrario, la “solución” que proponen es la evaluación!, ligándola además a la posibilidad de permanecer o no en el empleo, y es que en el fondo, lo que se persigue es golpear al magisterio, sector clave en la defensa de la educación pública y gratuita, con un doble objetivo: avanzar en la privatización del sector y profundizar la modificación de los contenidos de la enseñanza de acuerdo a criterios de eficiencia empresarial (educación por competencias), y educar así a las futuras generaciones de trabajadores en la obediencia sin cuestionamiento al patrón, mano de obra calificada, barata y acrítica.

El desarrollo del conocimiento hace indispensable la constante actualización, tanto en las instituciones de formación docente como entre los maestros en activo. Sin embargo, en el primer caso el abandono sistemático, el ahogo presupuestario y las reformas curriculares en las normales, apuntan en sentido contrario, y en el segundo, aunque con programas como Carrera Magisterial se pretendía resolver el problema, los efectos de esta han sido: por un lado, el deterioro de la calidad de vida de los maestros que la realizan, al someterse a las presiones que implica (con el consecuente estrés) y al ver recortado su tiempo de descanso y recreación; y por otro, la división del magisterio entre trabajadores de primera, los que la cursan, y de segunda, los que no (además de los profesores con contratos temporales, los de tercera).

Para una educación realmente de calidad es indispensable que los maestros tengan una buena formación y se actualicen constantemente, pero además que cuenten con estabilidad laboral, que sus salarios cubran el costo de la canasta familiar (incluidos gastos en salud, vivienda, cultura, etc.) y que el tiempo destinado al trabajo deje espacio suficiente para el descanso y el ocio. Además, es necesaria una infraestructura escolar y equipamiento adecuados. Esto sin hablar de las implicaciones que tienen para el aprendizaje las condiciones socioeconómicas de los alumnos en un país con más de 50 millones de pobres. Pero las reformas laboral y educativa apuntan en un sentido completamente opuesto, y esto mientras se prepara la entrega de Pemex, el IVA en alimentos y medicinas, se mantienen regímenes impositivos privilegiados para los grandes empresarios y se destinan millones al pago de la deuda externa y al fortalecimiento de las fuerzas represivas del Estado. Frente a ello, levantemos un programa en defensa de las normales públicas, por plazas automáticas y basificables para los normalistas egresados, por periodos alternados de actualización docente y frente a grupo, y por la basificación universal de todos los trabajadores de la educación; frente a la carestía cada vez mayor de la vida, luchemos por aumento salarial de emergencia que cubra los costos de la canasta familiar y por aumentos salariales en función de la inflación; y para que la riqueza producida socialmente se destine a las necesidades de educación, salud, vivienda, trabajo, cultura, etc., es necesario luchar por el no pago de la deuda externa, impuestos progresivos a las grandes fortunas, la renacionalización de las áreas ya privatizadas de Pemex y la industria eléctrica y por la disolución de las fuerzas represivas.

En cuanto al problema sindical, la firma de la ACE en 2008 entre Calderón y Gordillo es una excelente muestra de que las burocracias sindicales están ahí no sólo para desviar y contener las luchas de los trabajadores, evitar su organización democrática e independiente y mantenerlos a raya, sino también para fungir como correa de transmisión de las políticas antiobreras y antipopulares de los gobiernos en turno, mismos que responden a su vez a las presiones y dictados de la clase dominante nativa y la burguesía imperialista, cuyos intereses están representados por organizaciones como la OCDE, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Desde su fundación en 1943, el SNTE nació como un sindicato corporativizado para mantener a los trabajadores de la educación bajo control de Estado. Pero históricamente los sindicatos nacieron como organizaciones de defensa de los trabajadores frente a la explotación capitalista, y en nuestra época, en donde no hay sindicatos neutrales, si no se transforman en instrumentos de defensa y lucha de los trabajadores, se tornan en su contra. Es por ello indispensable recuperar la consigna histórica de la CNTE por la democratización y la independencia de clase del SNTE.

La visión que responsabiliza al magisterio y su sindicato de los males educativos, promovida en principio por grupos empresariales que miran a la educación con signos de pesos en los ojos, pasa por alto el hecho de que el proceso de enseñanza-aprendizaje no escapa a las condiciones en que se desarrolla; que la tarea de garantizar las condiciones y los medios necesarios para la impartición pública y gratuita de la enseñanza corresponde, desde 1917, al Estado; y que son ellos, la clase a la que pertenecen y el Estado a su servicio, quienes a casi 100 años de la constitución emanada de la Revolución Mexicana, como clase social dominante han sido incapaces -atados por múltiples lazos al capital financiero controlado por el imperialismo y como socios menores de éste- de realizar esta tarea democrática hasta el final (y no lo van a hacer), mientras generaciones y generaciones de maestros han dejado la vida en la labor educativa, enfrentando las condiciones más adversas.

Hacer realidad una educación pública, gratuita, laica y científica, y generar las condiciones para ello, es una tarea que sólo puede garantizar hasta el final la clase trabajadora en alianza con el conjunto de los explotados y oprimidos, dándole al mismo tiempo una salida progresiva a las demandas de salud, alimentación, vivienda, empleo, cultura, etc.

Frente al regreso del PRI al poder y los realineamientos en el régimen -Pacto por México- para descargar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo pobre, sólo podremos frenar el ataque con la más amplia unidad y organización democrática de los trabajadores, y con independencia política de los partidos del régimen. En alianza con los explotados y oprimidos del campo y la ciudad, hagamos de la movilización en las calles, la preparación de la huelga general y la huelga misma, una lucha unificada contra la reforma laboral, la reforma educativa, la entrega de Pemex y la militarización del país, dando los primeros pasos para la resolución íntegra de nuestras demandas.
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Preparar una jornada de lucha en la perspectiva del paro nacional contra la Reforma Educativa. Soldar la más amplia unidad de todo el movimiento magisterial

Las y los trabajadores de la educación que editamos este boletín, consideramos que para enfrentar la ofensiva del régimen es necesaria la más amplia unidad de las filas obreras, del magisterio y los trabajadores de la educación. Esto implica, en primer lugar, tener una política para que, frente al ataque, los trabajadores del SNTE y aquellos  que nos reivindicamos de la CNTE, el CEND o democráticos, golpeemos juntos, desplegando nuestra unidad de acción, porque nos están golpeando a todos y todos juntos somos más fuertes.
Muchos compañeros democráticos se preguntan si es factible hacer unidad con el SNTE porque ha sido justamente su Comité Ejecutivo Nacional, en manos de Elba Esther Gordillo, quien ha entregado todas y cada una de nuestras conquistas laborales. Nosotros opinamos que, movilizarnos y marchar como uno solo es imperativo en esta situación en la que el gobierno quiere arrebatarnos todo, siendo conscientes de que si tocan a uno, nos tocan a todos. Sin embargo, llamar a la unidad en las acciones, la movilización y la lucha, no implica dejar de denunciar el carácter charro de la dirección de Elba Esther Gordillo y llamar a formar un polo independiente y combativo que agrupe a todos aquellos que, además de pelear contra la reforma, le planteen a los cientos de miles de trabajadores que conformamos el sindicato una perspectiva para democratizarlo y conquistar su independencia de clase frente a los partidos del congreso; una política opuesta por el vértice a la de Gordillo, quien ha utilizado nuestra organización como moneda de cambio frente a los partidos patronales como el PAN y el PRI.
Una política combativa, alternativa a la de la dirección del SNTE, pasa también por someter a la más amplia discusión democrática de las bases cuál es la mejor alternativa para vencer. Nosotros opinamos que los amparos, si bien son importantes, no podrán frenar la embestida y no podemos confiar en que la Suprema Corte de Justicia va a fallar a nuestro favor, cuando se ha declarado enemiga de la clase trabajadora al avalar que 44 mil electricistas y sus familias quedaran en la calle. Solo nuestra unidad, la movilización, la lucha y la confianza en nuestras propias fuerzas puede hacer que la reforma no pase.
Forjar una poderosa unidad, está acompañado de organizarnos desde las bases en nuestros centros de trabajo. Por ello es urgente que, en cada escuela, los trabajadores comencemos a discutir en asambleas las implicaciones de la Reforma y los pasos a seguir. Es imperativo que la CNTE y las corrientes democráticas demos una pelea para que en todo centro de trabajo se organicen este tipo de iniciativas para que todas y todos los trabajadores seamos integrados a la lucha y podamos expresar libremente nuestras posiciones e inquietudes.
En lo inmediato, ponemos a consideración de todos los trabajadores del magisterio, la propuesta de que la CNTE, el CEND y todo agrupamiento democrático convoque a las bases del SNTE, al conjunto de los trabajadores de la educación, a las otras organizaciones sindicales, al movimiento #YoSoy132 y al movimiento estudiantil, a un Encuentro Nacional en Defensa de la Educación y Nuestros Derechos, donde podamos discutir una jornada nacional de lucha contra la reforma que prepare todo tipo de acciones, como la movilización callejera y paros escalonados que preparen en perspectiva un gran paro nacional de todo el magisterio. Este encuentro puede discutir un programa de acción que ponga énfasis en echar abajo la Reforma Laboral y ¡Abajo la privatización de la educación! ¡Abajo la Reforma Educativa! ¡No a la subcontratación en el magisterio! ¡Respeto irrestricto a nuestros derechos laborales!